En dos entradas anteriores vimos el proyecto en sí mismo y su relación con el plan de 1948, y luego algunas repercusiones que causó su anuncio.

En esta tercera entrada dedicada a la propuesta me gustaría pensar en voz alta algunas cosas a propósito de un proyecto como este. Algunas de esas cosas se comentaron antes aquí. Y prometo una próxima entrada dedicada al tema de la bandera de los Andes en relación con su localización edilicia en Mendoza. Esto último porque, se piense lo que se piense de este proyecto, hace rato que la bandera de los Andes exige un mejor lugar para ser custodiada que el que actualmente tiene. Su ubicación actual es provisoria (como ya vimos, el lugar que se proyectó para ella en la Casa de Gobierno nunca se edificó) e inadecuada para su carácter, y cualquier iniciativa que implique saldar esa deuda debe ser celebrada.


I


Lo primero es referirse a la oposición del Colegio de Arquitectos a la manera en que se instrumentó el procedimiento de este proyecto. A mi personalmente me encantan los concursos de arquitectura. Creo que es una manera interesante y creativa de encarar una obra pública, sobretodo si debe tener significado y simbolismo, como en este caso. Abrir el juego a la creatividad de muchas mentes es siempre un proceso más rico.  Además instala el tema en la agenda social de otra manera. Y por eso lamento, como se dijo en algún lado, que en Mendoza los grandes proyectos no se han concursado. Ni el Centro Provincial de la Cultura «Bicentenario» en Guaymallén, ni la Ciudad Judicial detrás de la Penitenciaría (proyecto que ha caido en el olvido al parecer), ni el Paseo del Bicentenario, que son grandes e importantes proyectos, fueron abiertos a concurso.

Se pierde mucho con eso, y contrasta con la política de otras instituciones radicadas en Mendoza, como la Universidad Tecnológica Nacional, o la Nacional de Cuyo, que viene concursando sus últimos proyectos edilicios (incluso para actualizar el master plan de la ciudad universitaria, aunque ese concurso parece haber caido en el olvido también). No se nos puede escapar la coincidencia de que el master plan del Barrio Cívico tampoco se concursó en 1948, aunque sí se había concursado en 1941 el Plan Regulador de la ciudad que resultó en su ubicación actual.

De manera que comparto la crítica que efectuaron a este respecto las instituciones de arquitectos: hubiera sido mucho mejor concursar el diseño de este proyecto. Dicho todo eso, no obstante, hay que preguntarse (y yo no he estudiado el tema como para conocer la respuesta): ¿es legalmente obligatorio el llamado a concurso?

 

II

Yendo al proyecto en sí mismo, tiene algunas características que son para celebrar.

La principal, si uno toma como parámetro de juicio al proyecto original de 1948, es la apertura de la perspectiva desde calle Mitre a Casa de Gobierno, y la conexión peatonal sobre ese eje a través del puente que se proyecta sobre la calzada sur de Pedro Molina. Esos aspectos ya los mencioné, acompañados de imágenes, en la primera entrada dedicada a la Memoria Descriptiva de este proyecto (ver). Significan de alguna manera, como ya lo notó el arq. Ponte,  regresar al planteo original del arquitecto  Belgrano Blanco y «corregir» la intervención de mediados de los años ´60, que tapó la perspectiva con masas arbóreas y separó al Barrio Cívico de la ciudad al haber construido la calzada sur de Pedro Molina en trinchera (estos conceptos pueden leerse en la obra de Jorge Ricardo Ponte: Mendoza, aquella ciudad de barro, Mendoza, 2ª ed, 2008, pp. 469 y 470).

 

El proyecto recupera la perspectiva abierta y monumental hacia la Casa de Gobierno. Los Andes, 31 de julio de 2009.

 

 

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Ese eje forma parte de uno mayor, que conecta al Barrio Cívico con la plaza Independencia y con el Parque Central, en sentido norte-sur a lo largo de la calle Mitre. De todas maneras, hay que aclarar que  el eje no es recto sino quebrado, y esto porque desde el principio el Centro de Gobierno se concibió según los ejes propios de la Quinta Agronómica, que no eran los de la cuadrícula de la ciudad, con lo cual la visual no es del todo frontal, como muestran el siguiente plano y la foto.

 

"Plano eje Mitre: en la composición clásica y monumental del conjunto edilicio de gobierno primó la consolidación del centro formado por la intersección de las calles de acceso a la antigua Escuela de Vitivinicultura, más que la perspectiva de avenida Mitre. Esto explica el desfasaje de este eje vial urbano con el Centro Cívico." Plano y texto de Girini, "La Enoteca. Patrimonio de la tierra del vino", Fondo Vitivinícola de Mendoza, Mendoza, 2006, p. 70.-

 

La foto ilustra el desfasaje. Siguiendo con la vista el eje de Mitre sólo se percibe un costado de la Casa de Gobierno. También es patente la interposición de la fronda vegetal en la perspectiva hacia el edificio. (click sobre la imagen para ampliar)

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El desarrollo de una edificación bajonivel también es un acierto para no entorpecer la perspectiva. Además sugiere, como dijera un arquitecto en un foro, el carácter sagrado de la pieza conservada dentro de la edificación. No faltan antecedentes de una solución semejante en nuestra ciudad. Todo el complejo cultural de la plaza Independencia se encuentra bajo nivel, aprovechando el desnivel natural del terreno y los cimientos de la nunca edificada casa de Gobierno de 1927. Otros dos proyectos análogos (aunque esta vez absolutamente subterráneos) son el Centro de Visitantes del Capitolio estadounidense y el Centro Cultural Palacio de la Moneda, de los arquitectos Undurraga-Devés, en la capital trasandina.

 

Desniveles y subsuelo en la Plaza Independencia. Fuente: http://www.agendavirtual.org/museo-municipal-de-arte-moderno-de-mendoza-mmamm/
El Centro de Visitas del Capitolio en construcción. Marzo 2004. Foto: http://www.aoc.gov/cvc/photos/.

 

Santiago de Chile. Centro Cultural Palacio de la Moneda. Ingreso. Foto: http://www.undurragadeves.cl

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Finalmente, el estilo elegido con la sobriedad del hormigón y la incorporación de piedra. No se si esto habrá sido intención de los proyectistas (que parece siguen siendo anónimos) pero a mi esta combinación me recordó de inmediato la materialidad de la Bodega Séptima, de los arquitectos Bórmida y Yanzón, con sus elementos de hormigón y el uso de la piedra, recuperando la técnica aborigen de la pirca.

«La  bodega Séptima fue proyectada por los prestigiosos arquitectos mendocinos Eliana Bórmida y Mario Yanzón. La construcción giró entorno al respeto hacia las técnicas empleadas durante siglos por las tribus incas autóctonas de la región. Concretamente, se utilizó la técnica de la pirca que consiste en el corte y apilamiento de piedras naturales, procedentes de la cordillera de los Andes. Éste es el mismo procedimiento constructor que desde tiempos antiguos han utilizado los indios huarpes, una de las tribus incas establecidas en la zona, para levantar los muros de sus casas y de sus recintos sagrados.»

Fuente: http://www.bodegaseptima.com.ar/bodega2.html

Más sobre la Bodega Séptima aquí.

 

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Hormigón y piedra (pirca) en la bodega Séptima. Foto: http://www.bormidayanzon.com.ar. Click para ampliar.

 

 

Hormigón y piedra en el Memorial de la Bandera de los Andes. Imagen: El Sol online, julio de 2009. Click para ampliar.

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Parece apropiado un recinto «de piedras naturales, procedentes de la cordillera de los Andes» para la bandera que acompañó la gesta sanmartiniana, preparada en Mendoza e iniciada con la gloria del cruce de los Andes… Sin embargo, al parecer el recinto de la bandera sería propiamente de hormigón, dejando la piedra reservada para su antecámara…

 

 

III

Por último, y en esto ya dejando volar más la inexperta imaginación, pensaba un par de cosas…

La primera tiene que ver con el potencial de este proyecto en relación con la edificación subterránea. Nuevamente viene a cuento el Centro Cultural de la Moneda. Partiendo del Memorial de la Bandera de los Andes se podría construir debajo de la explanada de la Casa de Gobierno. La superficie del espacio entre las alas este y oeste es enorme y guarda gran potencial de nuevos proyectos y salones culturales.

 

Hacia un complejo subterráneo mayor. En azul el espacio bajonivel proyectado para Memorial de la bandera. En rojo posibles crecimientos futuros bajo la explanada de la Casa de Gobierno. Sobre imagen aparecida en Los Andes, 30 de julio de 2009.

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La segunda tiene que ver con el resto del bulevar de Pedro Molina. Como se dijo, el Paseo inicia sobre el bulevar de Pedro Molina y Mitre, con la ubicación allí de una «escultura del bicentenario». El resto del bulevar, hacia el este y el oeste, requiere un remozamiento importante. En ese aspecto se podría adaptar una intervención que se llevó a cabo sobre las plazoletas de la av. 9 de julio en Buenos Aires (reduciendo por supuesto su escala ya que el ejemplo contaba con espacios más anchos). Su idea fundamental era generar dentro de las plazoletas o islotes  paseos y espacios de esparcimiento, ubicando la vegetación y canteros en los bordes, liberando así el espacio central y aislándolo al mismo tiempo con la vegetación del intenso tráfico que lo rodea.

 

En amarillo el sector a intervenir con el Paseo del Bicentenario y Memorial de la bandera de los Andes. En rojo los espacios centrales del bulevar Pedro Molina. Foto Google Earth. Click en la imagen para ampliar.

 

Bulevar de Pedro Molina. Sector muy descuidado pero con potencial para un buen paseo. Click en la imagen para ampliar.

 

Bulevar de Pedro Molina. En esta porción se observa la vereda en el borde. Click en la imagen para ampliar.

 

 

El proyecto en la 9 de julio de BsAs. Situación anterior. Imagen: http://ar.arqa.com/. Click para ampliar.

 

BsAs. Planteo de la operación. El espacio peatonal pasa al centro y la vegetación a los bordes. Imagen: http://ar.arqa.com/. Click para ampliar.

 

BsAs. Resultado de la intervención. Imagen: http://ar.arqa.com/. Click para ampliar.

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La idea de mejorar Pedro Molina, que también es la entrada al Barrio Cívico, no es una novedad. En 2003 se habló de realizar allí un Paseo de las Artes: «un espacio como el que existe en las grandes ciudades del mundo en el que pintores, escultores y otros artistas mendocinos podrán utilizar para la exposición y venta de sus obras» (sic, ver nota). Una propuesta interesantísima, con una vuelta de tuerca encantadora a lo que decía más arriba, pero que sin embargo nunca se realizó. Habría que reactivarla. Si bien la iniciativa era municipal, el espacio, muy descuidado, es de jurisdicción provincial, y a raíz de ello han surgido propuestas como la de la dipuatda  Vietti hace un año, para que el bulevar pase a jurisdicción municipal (ver nota), lo cual facilitaría muchas cosas ya que el Barrio Cívico parece ser el eterno descuidado de la Administración Provincial.